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viernes, 27 de abril de 2012

Ahorro en el consumo energético de las viviendas españolas

Desde los años noventa y hasta hace relativamente bien poco, el incremento del consumo energético en las viviendas españolas ha evolucionado muy por encima del incremento de la población, llegando en años a ser hasta 5 veces más la tasa de incremento de consumo que la tasa de incremento de la población. Este acontecimiento se ha debido, fundamentalmente, al incremento del equipamiento doméstico.


Un hogar medio en España consume cerca de 4.000 kWh al año. En el caso de un hogar que dispusiera de todos los equipos de suministro eléctricos, el reparto medio sería el que se observa en el gráfico adjunto.

En los últimos años hemos visto que nuestras facturas de la luz con pago mensual se aproximan cada vez más a lo que pagábamos antes pero cada 2 meses, y parece que así seguirá ya que aún ¿existe? un déficit tarifarío: diferencia entre el coste de producción y el precio que cobran.

Partiendo del hecho de que el mayor ahorro se consigue con un mantenimiento adecuado de todo el equipamiento eléctrico del hogar, algunas ideas extras para ahorrar y reducir el consumo de energía eléctrica podrían ser:
  • Para iluminar nuestro hogar, utilizar las bombillas de bajo consumo permite ahorrar entre un 50% y un 75%. Si fueran de tecnología LED el ahorro en iluminación sería incluso superior.  

  • Abrir el frigorífico solo el tiempo que sea necesario, ya que el frío se escapa por la puerta. Tratar de situarlo lo más lejos posible de fuentes de calor: cocinas y luz solar. No guardar alimentos calientes, esperar a que se enfríen fuera. Del mismo modo, para descongelar los alimentos, sacarlos del congelador mantenerlos un tiempo en el frigorífico, puesto que también ayudarán a enfriar. En caso de que genere escarcha hay que quitarla, puesto que si se mantiene, se pierde eficacia en el enfriamiento.

  • Aprovechar al máximo la capacidad del lavavajillas, enjuagando los platos con agua fría antes de meterlos para evitar que se reseque la suciedad, tenerlo conectado a la toma de agua fría y no a la de agua caliente (consume menos si calienta el agua por sus propios medios), y usar un programa adecuado e incluso el de media carga cuando sea posible, ya que consumirá menos si a menor temperatura y tiempo.
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  • Aprovechar al máximo la capacidad de carga tanto de la lavadora como de la secadora, tratar de lavar con bajas temperaturas siempre que se pueda, utilizar siempre los programas adecuados en función del tejido. Tener en cuenta que un buen secado comienza con un buen centrifugado. También es interesante mezclar piezas pequeñas con piezas grandes, puesto que así se ayuda a distribuir mejor el calor dentro de la secadora.

Si sigue todos estos consejos, en caso de no haberlos puesto en práctica hasta el momento, el ahorro en su factura energética podría llegar a ser de hasta un 40%.

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