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sábado, 12 de noviembre de 2016

Certificado de eficiencia energética para la vivienda

¿Qué es?

El certificado de eficiencia energética para la vivienda es un documento que describe lo eficaz que es un inmueble en cuanto al consumo de energía. Se determina la Calificación Energética del bien mediante una etiqueta y está regido por el Real Decreto 235/2013 de 5 de abril, en el que se aprueba el “Procedimiento Básico para la Certificación de la Eficiencia Energética de los Edificios”, con entrada en vigor a nivel Nacional desde 14/05/2013.


¿Para qué sirve?

Los certificados energéticos sirven de información para futuros inquilinos y compradores. Informan sobre el comportamiento energético de un inmueble, es decir, el consumo en energía que se refleja en las facturas de luz, agua y gas. Se incorpora un número suficiente de medidas, recomendadas por el técnico competente, para que el inmueble consuma menos y se reduzcan los importes de las facturas.

¿Quién debe tenerlo?

El certificado de eficiencia energética del edificio debe presentarse, por el  promotor o propietario, en su caso, al órgano competente de la Comunidad Autónoma en  materia de certificado eficiencia energética de edificios, para el registro de estas certificaciones en su ámbito territorial. El Artículo 11 del R.D. 235/2013 se indica que el certificado de eficiencia energética obligatorio tendrá una duración máxima de diez años. De las Comunidades Autónomas dependerá la duración en la renovación del presente Documento con un máximo de diez años. Es decir, pueden establecer 5, 3 o 10 años (por ejemplo).

El Artículo 12 del R.D. 235/2013 establece que la etiqueta deberá incluirse en toda oferta, promoción y publicidad dirigida a la venta o arrendamiento de un inmueble.
  • Inmuebles privados: Será exigible para todos los inmuebles privados en los contratos de compraventa o arrendamiento a partir del 1 de Junio de 2013. Tanto en Edificios o partes del mismo, nuevos o ya existentes.
  • Inmuebles públicos: Los edificios o unidades de edificios existentes ocupados por una autoridad pública a los que se refiere el Artículo 2.1.d  = (Edificios o partes de edificios existentes que se vendan o alquilen a un nuevo arrendatario, siempre que no dispongan de un certificado en vigor).
Están exentos de disponer de certificado:
  1. Edificios y monumentos protegidos oficialmente por ser parte de un entorno declarado o en razón de su particular valor arquitectónico o histórico.
  2. Edificios o partes de edificios utilizados exclusivamente como lugares de culto y para actividades religiosas.
  3. Construcciones provisionales con un plazo previsto de utilización igual o inferior a dos años.
  4. Edificios industriales, de la defensa y agrícolas o partes de los mismos, en la parte destinada a talleres, procesos industriales, de la defensa y agrícolas no residenciales.
  5. Edificios o partes de edificios aislados con una superficie útil total inferior a 50 m2.
  6. Edificios que se compren para reformas importantes o demolición.
  7. Edificios o partes de edificios de viviendas, cuyo uso sea inferior a cuatro meses al año, o bien durante un tiempo limitado al año y con un consumo previsto de energía inferior al 25 por ciento de lo que resultaría de su utilización durante todo el año, siempre que así conste mediante declaración responsable del propietario de la vivienda.

¿Qué se tiene en cuenta para saber el nivel de eficiencia de la vivienda?

1. Orientación. La orientación de los muros y ventanas de un edificio influyen muchísimo en lo que respecta al ahorro de energía. Es interesante una orientación al sur de las estancias más utilizadas (comedor, sala de estar...) y la orientación al norte de aquellas que no necesiten excesivas condiciones de confort (baños, cocina).

2. Aislamiento. Instalar ventanas de PVC con doble cristal o doble ventana y carpinterías con rotura de puente térmico o poseer persianas y cortinas que podamos cerrar, evita importantes pérdidas de calor. Esto favorecerá el ahorro energético y económico de la calefacción y/o aire acondicionado.

3. Sistemas de agua caliente. Es importante el estado de las tuberías y acumuladores, así como el hecho de que estén bien aislados, lo que evitará que se pierda calor por el recorrido del agua. Un buen recurso es la utilización de paneles solares térmicos como apoyo a la producción de agua caliente, una inversión alta pero amortizable por el ahorro generado.

4. Refrigeración. Acondicionar la casa y comprar un equipo de refrigeración eficiente es parte importante para conseguir un buen nivel de eficiencia energética. Una buena opción son los ventiladores de techo, que utilizan menos energía que los aparatos de aire acondicionado. En caso de poseer éstos, es recomendable fijar una temperatura de refrigeración que no varíe más de 5ºC de la ambiente, para mantener una temperatura estable y más agradable.

5. Calefacción. Un mantenimiento adecuado de los sistemas de calefacción puede ayudar a ahorrar hasta un 15% de energía. Es conveniente purgar los radiadores al inicio de la temporada. Instalando termostatos y temporizadores en los hogares, se favorece el control de la calefacción y el mantenimiento de una temperatura adecuada.

6. Iluminación. Siempre que sea posible, debemos tratar de aprovechar la iluminación natural y, en el caso de la iluminación artificial, optar por bombillas de bajo consumo o LED que, aunque son más caras, compensan por el ahorro en las facturas mensuales.

7. Electrodomésticos. Las etiquetas energéticas A+, A++ o A+++ nos ayudan a la elección de los electrodomésticos más eficientes y de menor consumo, aunque es fundamental también el buen uso posterior que de ellos se haga. En la cocina, las placas de inducción consumen menos energía que las vitrocerámicas o el gas.

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